domingo, 24 de marzo de 2013

Taras: El cordón umbilical de Cartago.


Al frente de una piedra blanca, más alta que un niño de trece años, sacada del Río Reventado, vive el sacerdote retirado Luis Guillermo Calderón. De pelo canoso, siempre con las faldas de su camisa dentro del pantalón y unos lentes de los que oscurecen cuando la luz del sol los toca.

El río, la piedra y el sacerdote es lo más conocido en San Nicolás de Cartago, también llamado Taras. La piedra es utilizada para dar direcciones, como la casa del cura Calderón. El río fue el culpable de que hace 50 años despareciera medio distrito. Y el padre se sabe toda esa historia.

A dos kilómetros de llegar al centro de Cartago está el distrito de Taras. Es un lugar poco visitado, sin embargo es un punto de inicio para lo que podría ser un buen día recreativo. El padre Calderón le gusta llamarlo ‘el ombligo’ de Cartago.

Si el plan es ir al Volcán Irazú, Taras es la ruta. Si lo que quiere es visitar dos de las primeras iglesias construidas en Costa Rica, Taras le saludará.

Si anda en búsqueda de lugares altos con buena vista, los miradores de Llano Grande y  Loyola son otra opción. Y sí, las calles de Taras lo llevarán. Para los 2.5 millones de personas que hacen la romería a Cartago, es una ruta conocida.

Muchos simplemente cruzarán por el distrito cartaginés, y este volverá a ser un pueblo poco recordado. No como en diciembre de 1963, cuando el Río Reventado provocó inundaciones que dejó sin vida a varias personas y a otras sin hogar. Taras tomó notoriedad por un momento.

El puente que comunicaba a San Nicolás con Cartago, antes de las inundaciones, quedó destruido. Cinco años después de la tragedia, el padre Calderón, como párroco, intentó construir un puente que se elevara cada vez que el río crecía, sin embargo para ese entonces tenía un costo de ¢300 millones, suma imposible de conseguir. Hoy están construyendo un puente de cemento en ese mismo lugar, con un costo de aproximadamente ¢2.500 millones.

De la inundación se cuentan anécdotas de todo tipo. Como la de dos primos que se encontraron la imagen de la Virgen de Fátima llena de barro. Ellos la llevaron a una pila donde podían limpiarla, a unos 100 metros de donde estaba, después de hacerlo la dejaron ahí. El día siguiente, para sorpresa de ellos, en primera página del periódico La Hora estaba el siguiente titular: '¡Milagro! Aparece la Virgen de Fátima sana y salva'.

Una de las apariciones que los habitantes del lugar hoy siguen contando, es la de la Benemérita de la Patria, Francisca “Pancha” Carrasco, quien nació en Taras y hoy su espíritu asusta a muchos.

En las calles de Taras no se ven muchos niños, la plaza de fútbol está seca. Es difícil creer que ahí jugó José Rafael ‘Fello’ Meza. Esa misma gramilla sintió los zapatos de uno de los jugadores del fútbol costarricense más reconocidos.

Fello enseñaba al padre Calderón a patear la pelota cuando este apenas era un niño. El jugador vivió en México, donde fue goleador, al igual que en Argentina, y en  Taras, encontró el amor. Una prima del sacerdote.

La vieja metrópoli se caracterizó por ser tradicional y conservadora. Fue un lugar donde las madres solteras no eran bien vistas. Estas eran escondidas por sus familias mientras el vientre se les ‘desinflamaba’.

Tradicional como el tico que le pone o cambia el nombre a todo. San Nicolás de Tolentino es el nombre original, cambiado a Taras, no se sabe aún por qué. Versiones no faltan.
Una tara es un defecto físico o psicológico, principalmente hereditario. Por esto, algunos dicen que se trató de la sordera de los Mönch, unos extranjeros que se instalaron en el pueblo y transmitieron la enfermedad a las siguientes generaciones.

Se dice que el apellido, por su pronunciamiento, cambió a Monge, como el segundo apellido del padre Luis Guillermo, pero él no salió sordo.

Otros cuentan que el nombre del lugar es debido a la unión matrimonial entre primos. Los hijos de estos salían con malformaciones, o taras, lo que hizo que surgiera la nueva designación.
Taras también fue hogar del ‘cementerio muerto’, un camposanto que los habitantes de la zona nunca quisieron usar. El cura Luis Guillermo donó el terreno a finales de su cargo como párroco, debió recuperarlo y dejar sin cementerio al distrito.

Como el cementerio, Taras a veces parece un pueblo muerto. En sus calles se ve poca gente, y no muchos los visitan. Hoy, Taras es el cordón umbilical que el tiempo cortó.



La UCR convierte desechos de piña y banano en platos y bolsas plásticas

Los desechos de la piña y banano son utilizados por el Centro Nacional de Ciencia y Tecnología de Alimentos de la Universidad de Costa Rica (CITA), para elaborar plástico biodegradable.

La directora del CITA, Carmela Velázquez, asegura que la tendencia es elaborar productos plásticos a partir de organismos naturales, ya que son absorbidos por el ambiente en un tiempo de entre seis a doce meses. Estos productos son llamados biopolímeros.

Los biopolímeros pueden ser utilizados para fabricar cualquier tipo de producto plástico, como cucharas, platos, y bolsas. Estas últimas, por ejemplo, al año de ser fabricadas pierden resistencia, y es esa fragilidad la que denota su rápida degradación, sin afectar el medio ambiente.

Los plásticos tradicionales se hacen a partir de compuestos químicos, como el polietileno y el polipropileno, que surgen de la producción de petróleo. Para que estos materiales se descompongan necesitan alrededor de 200 años. Y la mayoría van a los mares donde matan a miles de especies. 

En la investigación se está trabajando con biomasa, que son en este caso, los azucares de los desechos de la piña y el banano. Estos se fermentan, y a través de presiones y temperaturas altas, los lleva a formar el ácido poliláctico (PLA), la materia prima para formar el plástico.

Según Velázquez, lo importante del PLA es que es algo natural, y al ser así el suelo lo absorbe y forma parte de la tierra nuevamente.

Este material actualmente se utiliza en la medicina para hacer hilos de sutura, pues a diferencia de los hilos tradicionales, cuando a un paciente le hacen una cirugía interna, el plástico, en lugar de quedarse ahí para siempre, el cuerpo lo absorbe en un proceso biológico, ya que el ácido poliláctico es común en el organismo.

La directora del CITA asegura que lo que ellos hacen no es nuevo, pues en Europa se utiliza el PLA para producir el plástico, sin embargo, lo innovador del proyecto costarricense es que con él se le dará valor a algo que carecía de este: desechos de piña y banano.

En países como Francia, se hace el mismo proceso, pero con los azucares del maíz; esto, según la experta, es por una razón simple: “Allá abunda maíz, aquí el banano y la piña”.

La ventaja para producir el plástico en el país es que, con el banano, por ejemplo, del 100 por ciento de fruta que se exporta, el 20 por ciento es de rechazo, o sea se queda aquí. Esto quiere decir que por cada kilo de banano exportado se quedan 200 gramos. Y la gran parte de los desechos serían utilizados para hacer el plástico.

Parecido pasa con la piña, de cada 100 kilos que se exportan, cinco quedan de rechazo. Y el desecho puede ser utilizado de igual manera.

Actualmente la investigación está en una fase de evaluación económica, porque a pesar de que técnicamente pueden demostrar que es posible lograrlo, la fabricación de los productos no es rentable.

“Para que sea rentable debe haber un capacidad de producción muy alta. No dan los números, es un asunto de comercio”, agregó la tecnóloga en alimentos.

A pesar de esto, Velázquez explicó que están tratando de hacer los cambios pertinentes para que sea viable, pero no descarta desechar la investigación.

“En cuanto podamos  hacerlo posible económicamente, será interesante para un inversionista, ya tendríamos un paquete competitivo”, añadió la experta.

Además de darle valor algo que no lo tiene, como son los desechos de esas frutas, Velázquez asegura que también se trata de un tema de conciencia ambiental.

Es por esto que asegura que el proyecto, si se logra hacer factible, debe ir seguido de una campaña de concientización, ya que un producto biodegradable cuesta tres veces más que uno tradicional, y un consumidor sin conciencia ambiental elegiría el más barato.

La experiencia adquirida por el CITA con este proyecto, hizo que el ente recibiera un financiamiento de cuatro millones de euros por el sétimo Programa Marco de la Unión Europea, para utilizarlos en una investigación similar, en la que también se creará plástico.  

La diferencia entre las investigaciones es que en lugar de hacer ácido poliláctico, se hará el compuesto llamado polihidroxibutirato (PHB), con el cual, según la directora del CITA, lleva un proceso más sencillo para formar el plástico.

Velázquez aseveró que podría ser que lo que no lograron por la factibilidad económica con el proyecto del PLA, lo alcancen con este otro. En dos años se sabrá si es monetariamente posible. (Ver recuadro: “Los impedimentos tecnológicos que tuvimos, ya no serán molestia”)



viernes, 30 de noviembre de 2012

Entrevista: Marino Protti.


Ha sido cuestionado por sus homólogos de la Red Sismológica Nacional  de la Universidad de Costa Rica (RSN-UCR)  durante los últimos 20 años, además criticado por sus investigaciones sobre el terremoto en Nicoya del cinco de septiembre pasado, pero Jorge Marino Protti, sismólogo del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori), no se deja callar y más bien piensa que todo eso es “chimazón”, chimazón académica.

Costa Rica es un país altamente sísmico, y puede temblar en cualquier momento. Es por esto que en la RSN niegan que el terremoto de Nicoya concuerde con el terremoto que el Ovsicori alertaba desde hace 20 años.

Sin embargo, Marino Protti, asegura que en el escrutinio científico lo que se hace es evaluar datos.
“Si se muestra una serie de tiempos de 100 años de lluvia en alguna región de Costa Rica, para una proyección del año entrante, y alguien más hace lo mismo, pero basado en datos de la semana pasada, la comunidad científica va a decir que el mejor análisis científico es el que está basado en más datos”

En la Red Sismológica Nacional también se criticó la manera en que el Ovsicori manejó el tema del terremoto de Nicoya con la población.

A esto, Marino Protti respondió que la misión del Ovsicori es operar  una red sismológica y mantener un programa de vigilancia volcánica continuo para informar a la población. “Nosotros no nos guardamos información”

Protti asegura que en el Ovsicori nunca se dijo que Nicoya iba a ser el único o el próximo lugar  donde iba a temblar. Sin embargo, era un lugar donde sabían que iba a ocurrir un terremoto. Tenían la información recolectada.

Además afirma que en la RSN quieren menoscabar su trabajo. “Ellos están dolidos. Quieren hacer ver que lo que hizo el Ovsicori fue un batazo. Y no lo fue, está sustentado en datos.”

Alguien debe estar equivocado
“Eso lo juzga la comunidad científica internacional. Las investigaciones del Ovsicori han sido publicadas en revistas internacionales. En la RSN sacan informes, eso lo hace cualquiera. No han sido sometidos al escrutinio científico”

Es por esa razón que Protti sostiene que no hay comparación entre los dos entes, pues las investigaciones se valoran con los datos.

Cuando se le preguntó que si está bien destinar los fondos públicos a dos instituciones similares que se contradicen en las opiniones, Marino Protti afirmó que es un desperdicio.
El sismólogo ve necesario algún tipo de interacción. Interacción que se ve interrumpida, según Protti, por acciones como la del director de la escuela de geología de la Universidad de Costa Rica, Rolando Mora.

Este último envió una carta al Colegio de Geólogos indicando que él no autorizaba participar a ningún funcionario de la escuela a la que representa, en un foro sobre el terremoto de Nicoya, mientras Jorge Marino Protti estuviera entre los panelistas.

Protti ve esto como un ataque a la academia. Según él, en la RSN, se sienten débiles académicamente, pues no tienen los datos suficientes para sustentar lo que dicen.
“Es un ridículo académico. Temen enfrentarse en un debate contra una entidad que tiene toda la información, y mejor interpretada.”, agregó el científico.

¿De qué sirve tener dos instituciones similares?
Reitera. “Es un desperdicio. No hay debate académico, no hay debate científico”.
El académico piensa que la fusión del Ovsicori con la RSN va a suceder eventualmente. Considera que el país debe ir hacia eso.

“Se está invirtiendo, o desperdiciando, en mantener dos redes que supuestamente hacen lo mismo, ya vemos que no. Hay una que funciona mejor que otra”.
Al sismólogo no solo lo critican colegas. El alcalde de Nicoya, Marco Jiménez, dijo que Jorge Marino Protti lo que busca es hacerse márquetin.  

El científico respondió a esas palabras con una pregunta: “¿Márquetin de qué? yo no vendo nada”.

El sismólogo dice que se debe evaluar de dónde viene la crítica. En caso de que sea una crítica por parte de un homólogo, su modo trabajo es diferente. Lo invita a trabajar con él, y así resolver el problema.

En el caso del alcalde nicoyano dice que no puede discutir con él, pues son puntos de vista diferentes. “No estamos al mismo nivel. Él ve la situación desde un punto de vista político, yo de uno académico”

¿Es posible la predicción de un terremoto?
Todavía no. No obstante, el sismólogo opina que sí es posible, aunque no asegura que se van a poder predecir todos los sismos del mundo.

¿Cómo llamarle a lo que se hizo con el terremoto de la Península de Nicoya?
“Lo que nosotros hicimos fue una evaluación de potencial sísmico. Dijimos en qué lugar y de qué tamaño iba a ser el terremoto”.

¿Qué hace falta para lograr hacer una predicción sísmica?
“Hay que instrumentar, es el paso más importante. Si no se instrumenta nunca se va a poder hacer nada”

El experto dice que están desarrollando instrumentación de alta densidad para colocarla a lo largo de las fallas. De esta manera, se registrará por varios ciclos sísmicos el comportamiento de estas. Es eso lo que hace posible la predicción de un sismo para un segmento específico de una falla.

Protti cree que con la debida instrumentación, en 200 años va a ser muy fácil predecir terremotos en la Península de Osa. Lugar donde aproximadamente cada 40 años se presentan sismos. El próximo, según el experto sería en 15 o 20 años.

El terremoto del cinco de septiembre pasado, en Nicoya, no liberó toda la fuerza que podía. El sismólogo afirma que hay cuatro mecanismos para que esto suceda: Réplicas, deslizamiento post-sísmico, sismos lentos o un sismo de magnitud cercano a del cinco de septiembre. Sin embargo no se descarta ninguno y podría haber hasta una combinación de estos.

Las publicaciones del Ovsicori sobre el terremoto de Nicoya ayudaron para que en el 2002 la comisión permanente del código sísmico del Colegio de Geólogos considerara esa zona como un área con mayor potencial sísmico.

Con esto, en el Código de Construcción Sísmico de Costa Rica se hicieron reformas para que se tomaran medidas en Nicoya. Eso influyó en el tipo de construcción, se hicieron construcciones más fuertes.

La Caja Costarricense del Seguro Social, por ejemplo, reforzó la infraestructura hospitalaria de la zona.

Además, afirma Protti, que con sus investigaciones se instó para que el Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales hiciera una evaluación de la condición de los puentes de la carretera interamericana, y se hiciera reforzamiento estructural a los mismos.

¿Cuál fue el papel de la nueva era comunicativa en el terremoto del cinco de septiembre?
“El terremoto de Nicoya ya estaba discutido a nivel internacional como un ejemplo claro de colaboración en tiempo real”, afirmó el sismólogo.
Según el científico, minutos después del sismo, los datos fluían inmediatamente desde el Ovsicori a centros de investigación en Estados Unidos, al laboratorio de propulsión a chorro de la Nasa, a las universidades con las que se estaba trabajando y  Singapur entre otros.
“En ese día hubo un flujo enorme de información e intercambio de academias, que en otra ocasión  no se hubiera podido hacer”, agregó el sismólogo.


sábado, 3 de noviembre de 2012

¿Dónde está Saldarriaga?


Este año entre los candidatos  para la presidencia de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Costa Rica (FEUCR) se escucha un acento diferente. Un acento debilitado por costarriqueñismos, pero al fin y al cabo, un cantado distinto.

Es Juan Camilo Saldarriaga, representante del partido Proge, de 21 años y proveniente de Medellín, Colombia. Es refugiado político en Costa Rica desde el 2002 y estudiante de las carreras de filosofía y economía.

De voz sutil y amable. Lleva el pelo corto, de cejas negras y gruesas; en su rostro una de esas barbas que después de rasuradas no pasan dos días y vuelven a ser las mismas.
De paso lento, por el problema de neuritis ciática que padece. Dolor que en las últimas semanas aumentó por el ajetreado trabajo que conlleva ser candidato de la FEUCR, y que lo hizo vérselas con las vacunas.

Sus compañeros de campaña llevan el teléfono móvil en la mano para tratar de contactarlo todo el tiempo. Tiene la maña de andar su teléfono en silencio, por eso nunca contesta y  nadie sabe dónde está Camilo.
A veces da la sensación de que se está escondiendo de la gente que lo hostiga. Como hace más de diez años su padre tuvo que hacerlo.

Esa vez no fue para descansar de sus obligaciones, sino para  salvar la vida de su familia. Estaba siendo amenazado por el Cartel de Medellín y la agrupación terrorista de las FARC.
Fernando, padre de Camilo e ingeniero civil, era dueño de una constructora y de una empresa de materiales de construcción en Colombia. Él fue contratado para la elaboración de dos centros comerciales en Medellín. Inició y terminó las obras como en cualquier otro trabajo, sin embargo en esta ocasión no lo había contratado cualquier persona. Una de ellas  estaba involucrada con las agrupaciones que más adelante lo llenaron de amenazas. 

Le dieron un ultimátum. Debía pagar una cantidad de dinero que prefirió no decir. Si no lo hacía, él junto con su esposa y tres hijos: Aura, Juan Camilo y Luis Miguel, serían asesinados. Fernando tuvo que huir.

En Colombia, el niño Camilo, siempre estuvo rodeado por personas prominentes, como políticos y gente adinerada, ya que su padre tenía un vínculo económico por medio de la constructora con sectores importantes de ese país.

Una década después la constructora ya no existe, los títulos en ingeniería civil del padre de Camilo no sirven en Costa Rica. El cemento de las grandes construcciones lo cambiaron por masa para hacer pan en su pequeña panadería colombiana ubicada en San Pedro de Montes de Oca.
A pesar de  todo, lo que no cambió fue ver a Camilo rodeado de gente prominente, pues se ha codeado con líderes juveniles a nivel mundial, estuvo en foros internacionales de temas relacionados con los derechos sexuales y reproductivos.

Además participó como panelista en el VI Congreso Centroamericano de ITS y VIH/SIDA. También representó a la Sociedad Civil en la Organización de las Naciones Unidas.

Camilo luchó para cambiar la ley que no permitía que extranjeros se postularan para la presidencia de la FEUCR. Lo logró. Y es lo que hoy le permite ser el primero en participar en estas justas como cabeza de partido.

Camilo tiene su uniforme: camiseta amarilla con el símbolo del partido al que representa en el pecho. Pantalones holgados y unos tenis con la suela gastada principalmente en la parte del talón, quizás por el desplazamiento que hace de aula en aula todos los días para dar a conocer sus propuestas.

Su agenda está apretada. Tanto así que ni él mismo sabe lo que tiene que hacer. Normalmente se presenta en frente del pretil de la UCR, donde está ubicado el toldo de su partido, y Marcela, la dirigente de campaña, le dice adónde ir y a qué hora.   

Cuando Camilo y sus compañeros del partido se reúnen a un lado del toldo para hablar sobre las novedades de las elecciones, él, simplemente escucha y asiente en lo le dicen. Opina poco y es muy callado. Como si en su cabeza todo estuviera bajo control y está ahí sólo para hacer acto de presencia.

Cuando se trata de la relación con las demás personas, Camilo procura ser sonriente y complaciente, cual político en búsqueda de votos. Sin embargo, a él le sale con naturalidad, ligereza y espontaneidad.

Ha conocido mucha gente durante las elecciones. Por lo que no es raro escucharlo preguntar por el nombre y las carreras que cursan quienes lo saludan.
Uno de ellos le recuerda que el debate federativo está a punto de comenzar. Y dale. Para allá va, con su lento y tranquilo caminar.

¡Camilo, una foto! Saldarriaga vuelve a ver y sonríe. Subida al Facebook de “Voz UCR” horas después. Los mediadores hacen las preguntas respectivas. Juan Camilo toma el micrófono, define sus ideas y propuestas, mientras mueve marcadamente sus cejas gruesas hacia arriba y abajo cuando quiere dar énfasis a las palabras.

Esta podría ser la primera vez que se escuche un acento extranjero liderando la FEUCR, un acento debilitado por costarriqueñismos, pero al fin y al cabo, un cantado distinto.